En caso de ser fecundada la celula femenina se deposita en la

En caso de ser fecundada la celula femenina se deposita en la

🐵 Hormonas reproductivas femeninas

El espermatozoide inicia un viaje desde el lugar de deposición hasta el lugar de fecundación tras la inseminación natural o artificial. Sin embargo, su propósito sólo lo cumple un pequeño subconjunto de los espermatozoides depositados: entrar y fecundar el óvulo. Los factores que intervienen en la regulación del transporte de los espermatozoides y la fecundación incluyen el entorno del tracto reproductivo femenino, las interacciones célula-célula, la expresión génica y los rasgos fenotípicos de los espermatozoides. Se conocen algunos de los determinantes esenciales (por ejemplo, la motilidad o el estado del ADN) de la fecundación, pero muchos rasgos de los espermatozoides son aún indescifrables. Un ejemplo es el efecto de las dimensiones y la forma de los espermatozoides en el transporte hacia el ovocito dentro del tracto genital femenino. La progresión de los espermatozoides a través del tracto reproductivo femenino puede verse afectada por las correlaciones biofísicas entre el tamaño y la motilidad de los espermatozoides, pero siguen existiendo dudas sobre cómo afecta la morfología de los espermatozoides al proceso de fecundación y si sólo intervienen las dimensiones de los espermatozoides per se. Además, estas teorías no contemplan la posibilidad de que, por su anatomía, el tracto femenino sea capaz de separar los espermatozoides fértiles, como parece ser el caso de las propiedades bioquímicas, moleculares y genéticas. El énfasis de este análisis se centra en el efecto de la evolución del tamaño y la forma de los espermatozoides y su supuesta función en el transporte y la selección de los espermatozoides dentro del útero y la capacidad de fecundar el ovocito.

🤩 Oviducto

Todos los seres vivos se reproducen. Uno de los aspectos que diferencian a los seres vivos de la materia no viviente es la reproducción, el mecanismo por el que los organismos crean más organismos como ellos. Pero aunque, a diferencia de otros sistemas corporales, el sistema reproductor es importante para mantener viva una especie, no es esencial para mantener viva a una persona.
En el proceso reproductivo humano intervienen dos tipos de células sexuales, o gametos. En el sistema reproductor de la mujer, el gameto masculino, o espermatozoide, y el femenino, el óvulo, se cruzan. Este óvulo fecundado se denomina cigoto, ya que el espermatozoide fecunda, o toca, el óvulo. El cigoto pasa por un periodo en el que se convierte en un óvulo y crece hasta convertirse en un feto.
Para la reproducción, tanto el sistema reproductor masculino como el femenino son importantes. Para fecundar su óvulo, la hembra necesita un macho, aunque es ella la que lleva la descendencia a través del embarazo y el parto.
Como todas las especies, el ser humano transmite a la siguiente generación ciertos aspectos de sí mismo a través de sus cromosomas, los portadores especiales de los rasgos humanos. Los genes que transmiten los padres son los que hacen que los hijos de su familia sean idénticos a los demás, pero también los que hacen que cada hijo sea especial. Estos genes proceden del esperma del varón y del óvulo de la mujer.

🐨 Sistema reproductor femenino

Hay dos tipos de células sexuales que intervienen en la reproducción humana: el esperma del hombre y el óvulo de la mujer. A lo largo del embarazo, antes del parto, un óvulo que ha sido fecundado por un espermatozoide se desarrolla y se divide en el útero de la mujer. La composición genética del niño resultante procede de los espermatozoides y óvulos que producen el padre y la madre.
Una oleada de hormona luteinizante (LH), liberada por la glándula pituitaria del cerebro, hace que el óvulo maduro salga del ovario en el punto medio del ciclo menstrual (por ejemplo, el día 14 de un ciclo de 28 días), un proceso denominado
Las proyecciones en forma de dedos situadas en la apertura de las trompas de Falopio arrastran el óvulo liberado hacia el útero en la segunda mitad del ciclo menstrual. Al mismo tiempo, el aumento de los niveles de progesterona ayuda a preparar el revestimiento uterino para el embarazo. El óvulo puede ser fecundado si los espermatozoides están presentes en ese momento. Si no hay espermatozoides, el óvulo se disuelve o es absorbido por el cuerpo, no se produce la concepción, los niveles hormonales disminuyen y el revestimiento engrosado del útero se desprende durante el ciclo menstrual.

✔ La apertura del útero

Un espermatozoide masculino y un óvulo femenino proporcionan la información necesaria para producir otro ser humano en el proceso reproductivo. La concepción se produce cuando, al fecundar el óvulo, estas células se unen. Cuando el óvulo fecundado se introduce en el útero, comienza el embarazo. El embrión se desarrolla y se rodea de sistemas que le proporcionan nutrición y protección. A medida que el embrión crece hasta convertirse en un feto, surgen las pupilas, los brazos y los órganos. Dentro del útero, el feto se desarrolla antes de que el embarazo termine con el parto y el nacimiento. Para entonces, todos los sistemas corporales, incluido el sistema reproductivo que ayudará a producir un día otro ser humano, están en su sitio.
Los espermatozoides eyaculados por el pene del hombre nadan a través de la vagina y el útero de la mujer durante las relaciones sexuales hasta llegar a un ovocito (célula huevo) que flota en una de las trompas uterinas. El esperma y el óvulo son gametos. Cada uno de ellos contiene la mitad del material genético necesario para la reproducción. La información genética se mezcla cuando un espermatozoide penetra y fecunda un óvulo. Los 23 cromosomas del espermatozoide se combinan con los 23 cromosomas del óvulo, formando una célula de 46 cromosomas llamada cigoto. El cigoto comienza a dividirse y multiplicarse. Se separa al entrar en el útero para convertirse en un blastocisto, que se introduce en la pared uterina.