Arroz caldoso de marisco portugues
🏅Arroz caldoso de marisco portugues
🔆 Arroz caldoso de marisco portugues del momento
Cortar el pescado en trozos del tamaño de un bocado. Calentar la mitad del aceite de oliva hasta que esté a punto y freír el pescado y las gambas. Retirar y sazonar bien. Añadir el aceite restante y freír durante 10 minutos con la cebolla, el ajo, el pimiento y el chorizo, removiendo bien.
Añadir los tomates, calentarlos y llevarlos a ebullición. Se añade el arroz, el pimentón, el laurel, la sal y la pimienta, removiendo bien. Se reduce el fuego a muy bajo hasta que el arroz esté cocido pero todavía húmedo y caldoso, se tapa y se deja cocer a fuego lento durante 20 minutos (si no se añade más caldo o agua). Se añade el pescado y las gambas y se calienta durante cinco minutos.
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Es mi plato favorito de todos los tiempos de la selección culinaria portuguesa, y uno que cocino para los amigos con regularidad como una forma de mostrarles lo que es Portugal. Para mí, esta Receta Portuguesa de Arroz con Mariscos tiene que ver con el uso de mariscos que saben a mar, y con la base absoluta de todo guiso portugués: cebollas, ajos, chiles, pimientos y laurel orgánicos.
Esto es lo que más me gusta de la cocina portuguesa. Es sencilla, pero no es simple. No tiene pretensiones y es lo suficientemente humilde como para que una celebración de la comida reúna a la familia y a los amigos. Con unos pocos ingredientes accesibles, sin tener que pasar interminables horas en la cocina, ni gastar una fortuna en ingredientes exóticos, se puede conseguir una tremenda profundidad de sabor. La última vez que cociné una receta portuguesa, una maravilla dulce del Alentejo y del sur de Portugal llamada Sericaia con Jarabe de Ciruela, recurrí a una receta muy antigua de la Biblia de la Cocina Portuguesa «Cozinha Tradicional de Portuguesa» de nuestra propia «Julia Child» Maria Lourdes Modesto.
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Poner las gambas en una cacerola con un poco de sal, una cebolla pequeña y un manojo de perejil aderezado con agua. Llévelo a fuego alto hasta que hierva. Reducir a fuego lento cuando empiece a hervir y cocer durante unos 5 minutos. Escurrirlas con una espumadera cuando las gambas estén cocidas y dejarlas enfriar ligeramente. Retirar la cáscara y reservar.
Poner en una cacerola el aceite de oliva, el ajo picado, la cebolla picada, el pimiento verde y el pimiento rojo y cortar los tomates pelados en trozos pequeños. Ponerlo a fuego lento y cocinar hasta que el tomate empiece a deshacerse. A continuación, añadir el arroz, las gambas, los mejillones, los palitos de cangrejo y las gambas peladas. Añade sal y un poco de pimienta para sazonar, remueve y cocina durante un minuto aproximadamente. Verter agua en la mezcla (el doble del volumen de arroz) y hervir a fuego fuerte. Reducir a fuego lento cuando empiece a hervir y cocer a fuego lento durante unos 10 o 12 minutos.
Con el fin de distribuir la comida portuguesa a todos los rincones del mundo, se creó Food From Portugal, por lo que presentamos el sitio en dos idiomas, inglés y portugués, aumentando así su alcance a más personas.
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Las ciudades y pueblos sirven increíbles platos de marisco a lo largo de la costa de Portugal. Son una forma deliciosa de disfrutar de la generosidad del mar, combinando marisco con patatas o arroz con mucho ajo. Uno de mis favoritos es este sencillo guiso de marisco hecho con gambas, mejillones y almejas con un rico caldo de marisco, o Arroz de Marisco.
Cuando estás fuera, hay veces que no puedes esperar a volver a casa. Es decir, cocinar algo como este arroz de marisco en casa, o Arroz de Marisco. Es tan sencillo que cuando estaba en Portugal, probablemente podría haber hecho esto.
Nos alojamos en Portugal en un montón de Airbnbs. Aunque yo prefiero los hoteles, el Sr. NQN los prefiere, pero me convenció de que debíamos alojarnos en ellos porque íbamos en coche, así evitaríamos las costosas tarifas de aparcamiento de los hoteles, que pueden acumularse durante casi dos semanas, y también podríamos hacer la colada. Porque todos los lugares en los que nos alojamos tenían cocinas que podría haber hecho imaginariamente.
Las casas eran muy diferentes entre sí, y aunque sigo manteniendo que me encantan los hoteles, no hubo ninguna queja real. Uno de los anfitriones de Airbnb fue realmente muy servicial. De hecho, me llamó por teléfono mientras salíamos a cenar la noche antes de llegar a su casa. Siempre me sorprende que alguien me llame por teléfono cuando estoy en Portugal, y menos aún, pero ella quería hablar de cosas.