Normas de convivencia en el aula de clases

👍 Normas de convivencia en el aula de clases

🌎 De las hormigas a los osos pardos: una regla general para salvar la biodiversidad

Es habitual que en la mayoría de las aulas encontremos carteles o cuadros con todo tipo de normas de convivencia, el buen orador y el buen oyente, palabras mágicas como «por favor» y «gracias», normas sobre «cómo debo comportarme en clase», etc. Sin embargo, ¿realmente estamos enseñando a nuestros hijos a comportarse? Como profesores, ¿hacemos todo lo que está en nuestra mano para enseñar a un grupo de niños cómo es el «buen comportamiento» en la escuela?
En primer lugar, cuando queremos establecer normas en el aula, lo más importante es tener en cuenta la edad de los niños a los que enseñamos. La comprensión de un niño de 3 años no va a ser la misma que la de un niño de 8 o 9 años. Del mismo modo, las necesidades de un niño en edad preescolar no van a ser las mismas que las de un niño de primaria o un adolescente de secundaria, y por eso debemos adaptar las normas de comportamiento a la edad y al momento evolutivo del grupo de niños. Para los niños más pequeños, las normas de comportamiento deben ser cortas, claras y específicas; por ejemplo: en lugar de decirles que realicen todas las actividades que se proponen, podemos decirles que las trabajen poco a poco . También es importante que, a la hora de establecer las normas, intentemos minimizar el uso del NO e intentemos decir a los niños lo que pueden hacer. Por ejemplo, en lugar de decir «No podéis levantaros de vuestros asientos», podemos decir «Debéis permanecer sentados».

💚 Reglas del aula

El concepto no es nuevo; gran parte de las primeras investigaciones sobre el aprendizaje colaborativo (también llamado aprendizaje cooperativo) se realizaron en las décadas de 1980 y 1990, cuando la mayoría de las aulas favorecían las tradicionales clases del profesor y el trabajo individual de los alumnos. Pero con el crecimiento de la tecnología y el creciente valor que la sociedad otorga a la capacidad de trabajar en equipo, el aprendizaje colaborativo se ha vuelto más común. He aquí 10 estrategias para fomentar el éxito del aprendizaje colaborativo:
1. Elegir deliberadamente qué alumnos pueden trabajar juntos Dejados a su aire, los alumnos se clasifican en grupos de amigos que comparten vínculos comunes. Sin embargo, cuando un profesor crea los agrupamientos, puede emparejar a los alumnos por sus puntos fuertes y débiles, mezclando deliberadamente la habilidad, la diversidad y la capacidad social.
2. Si un grupo es demasiado pequeño, las ideas y el debate pueden no ser lo suficientemente diversos o enérgicos; si es demasiado grande, algunos alumnos no participarán. El tamaño óptimo del grupo suele ser de cuatro a cinco personas.

😺 (canción para niños sobre las 6 reglas de la clase)

Por supuesto, sabía por qué era importante no hablar en clase o copiar en un examen. Pero no entendía por qué mi profesor de ciencias del instituto no nos dejaba usar portaminas, y no estaba preparada para aceptar el «porque yo lo digo» como respuesta legítima.
Como profesor, entiendo perfectamente la importancia de las normas en el aula. Sin ellas, el entorno educativo sería caótico y los alumnos tendrían dificultades para aprender algo.
Conocer esa diferencia es crucial para construir un aula de inglés positiva y colaborativa. Si consigues crear unas normas sólidas para el aula y ayudas a los alumnos a entender cómo les beneficia seguir las normas, pasarás mucho menos tiempo teniendo que hacerlas cumplir.
Cuando elabore su lista de normas para el aula de inglés, tenga en cuenta las necesidades y expectativas de sus alumnos. Piensa en cómo tus normas pueden estructurar el aula y ayudar a los alumnos a sacar el máximo partido a su formación en inglés.
Las reglas exactas serán diferentes para cada clase. Si estás enseñando a estudiantes de inglés de nivel intermedio alto o avanzado, es posible que quieras aplicar una regla de aula sólo en inglés. Si se trata de una clase de inglés conversacional, una regla de «no interrumpir» podría ser menos útil que algo como «levantar la mano cuando se tiene una interjección».

🐭 Normas de seguridad en la escuela

La convivencia escolar ha sido y sigue siendo un reto para los centros educativos, especialmente para aquellos que se encuentran en entornos de riesgo de exclusión social donde la violencia, los conflictos y los enfrentamientos son frecuentes. Sus profesionales de la educación requieren una revisión de las formas de gestionar la convivencia y hacer frente a los conflictos con el fin de mejorar las relaciones interpersonales y promover competencias que puedan traspasar los límites de la escuela y extenderse al conjunto de la sociedad. Sin duda, apostar por una educación que fomente la inclusión social constituye un objetivo del sistema educativo actual (Callado, Molina, Pérez, & Rodríguez, 2015) y aprender a convivir sigue siendo uno de los principales objetivos de la educación a nivel internacional (UNESCO, 2015). (UNESCO, 2015). Desde esta perspectiva, existe la necesidad de formar al profesorado en estrategias que aboguen por una convivencia pacífica y libre de estereotipos (Harbera & Sakade 2009; Herrera & Bravo, 2012; Puig & Morales 2015). (Harbera & Sakade 2009; Herrera & Bravo, 2012; Puig & Morales 2015).
Ofreciendo una respuesta al reto de la convivencia escolar, autores como Boqué (2005), Fernández (2008), Ortega & Del Rey (2003), Torrego (2012), Valls, Soler, & Flecha (2008), Naylor & Cowie (1999), Pellegrini & Bjorklund (1996) y Durán & Blanch (2015), por citar algunos, han realizado diversos trabajos de investigación relacionados con este tema, presentando estrategias que sin duda pueden resultar de interés para abordar el aprendizaje de la convivencia y mejorar el clima de nuestros centros educativos. Entre ellas, es nuestra intención destacar las que se sitúan en el contexto del llamado «apoyo entre iguales», con el fin de favorecer la adquisición de responsabilidades y autonomía en los diferentes aspectos que conforman la convivencia escolar.